Turquía reiteró hoy su rechazo a la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN, pese a los renovados intentos de las potencias occidentales para que no vete el ingreso de las naciones nórdicas a la alianza militar en el marco de la guerra en Ucrania.
"Turquía no va a dar marcha atrás. Hemos llegado a un punto sin retorno y no vamos a retroceder. Hemos pagado un alto precio por la lucha contra el terrorismo: las vidas de casi 40.000 personas", explicó a la filial turca de la cadena CNN el vicepresidente del partido oficialista turco, Justicia y Desarrollo (AKP), Numan Kurtulmus.
El Gobierno turco considera que las naciones nórdicas albergan a miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) -considerado "terrorista" por Ankara, Estados Unidos y la Unión Europea (UE)-, y sus aliados kurdos iraquíes de las Unidades de Protección Popular (YPG).
"Suecia, en particular, apoya a estas organizaciones", denunció el vicepresidente del partido oficialista.